Mocita dame el clavel, dame el clavel de tu boca, que “pá eso” no hay que tener, mucha vergüenza ni poca. Yo te daré el cascabel, te lo prometo mocita, si tu me das esa miel.. Que llevas en la boquita.
Clavelitos, clavelitos
Clavelitos de mi corazón, yo te canto clavelitos colorados igual que un fresón…..
Me vengo arriba cantando, llego tarde, la fiesta de las vírgenes se celebró el pasado día 21, pero me hacía especial ilusión hablaros de ella.
La noche anterior al día de santa Úrsula, día de las Vírgenes, los chicos jóvenes van de casa en casa, cantando serenatas a las chicas y regalándoles claveles rojos. Éstas les invitan a buñuelos y vino dulce, en mi casa, buñuelos y chocolate caliente. Es una tración ancestral extendida en Mallorca podéis conocer algunos datos históricos más clicando ⇒ http://balearsculturaltour.net/
A efectos prácticos, está tradición se vive desde muy pequeños, en casa, en el cole, cuando más intensamente se vive es en la adolescencia. No hace falta que os explique la emoción que puedes sentir cuando a los quince años el chico que te gusta te regala un clavel.
A pesar de vivir en Palma en un tercero, que es un cuarto, pude vivir como venían a cantar… Recuerdos de esas noches con sabor a chocolate caliente y buñuelos.
Este año me apetecía comer buñuelos, sí o sí, no creo que soporten bien un vuelo PMI-BCN, así que me puse a investigar, internet, muchas alguna llamada a mi cuñada, ella entre muchas recetas me pasó la que me pareció más fácil, no había hecho nunca y tengo mucho respeto a las masas.
Ingredientes:
500g. de harina
250g boniatos hervidos
500g patata hervidas
12.5 g. de levadura (en cubo)
0.5l. de leche
3 cucharadas soperas de azúcar + azúcar para rebozar
83 g de matequilla.
Estos ingredientes son para una fuente grande de buñuelos, si queréis prepararlos para una tarde en familia, podéis utilizar sólo la mitad de cantidad.
Los ingredientes tienen que estar a temperatura ambiente.
Empezamos amasando todos los ingredientes excepto la harina, una vez estén bien integrados, añadimos la harina poco a poco. Es una masa que se pega, no te asustes!
Cuando tengamos la masa lista, la ponemos en un bol tapado con un trapo, durante 2 horas aproximadamente, la levadura tiene que actuar.
Pasado este tiempo, veréis que la masa ha doblado su volumen. Es el momento de poner una sartén grande con aceite, untaros las manos en aceite para que la masa no se os pegue e intentar dar la forma con agujero en el centro, para mí esto fue lo más complicado, tanto que no lo conseguí. Me quedaron tal como veis en la foto… Pero buenos, buenísimos, crujientes por fuera y tiernos por dentro.
Se fríen hasta que estén doraditos y se dejan sobre papel absorbente, para rebozar de azúcar después. Ahora, el paso más importante, disfrutar con amigos, familia.. a mis hijos les encantaron!
Mientras freía los buñuelos en la sartén, me teletransporté a mis días de adolescente. Para llegar a mi cole que estaba en el gótico de Palma, pasaba por la Calle San Miquel, allí un puesto de buñuelos, “bunyols boníssims” que inundaba con su olor mis recuerdos de jovenzuela, aunque aún hoy lo soy, eh!! 😉
Espero haberos transmitido bien esta tradición mallorquina..¿Os ha gustado? ¿Prepararéis buñuelos?
•MENCIÓN ESPECIAL a los chicos de MELICOTÓ No hay manera mejor de ilustrar esta tradición tan nuestra, que con la foto de la portada. GRACIAS! GRACIS!
Me han gustado tanto, tanto, tantísimo que voy a ponerme ahora mismo a hacer los bunyols !! gracias Mónica por tus fantásticos posts !!
Que mona! 😍 Ya me contarás que tal!
Me lo anoto. No los he probado y tienen buena pinta. Gracias!